24.6.11

Conejos fingiendo ser liebres que fingen ser caballos.

¿Qué somos?
o mejor dicho, ¿qué éramos y en qué nos hemos convertido?

Toda señal de aumento/progreso se me está volviendo decadente.
Escribir sobre el mundo, sus personitas disfrazadas de personas y sus paranoicos complementos y actualizaciones quizá no sea sensato, quizá carezca de importancia o deba ignorarse, quizá no valga la pena dedicarles palabras, escritos, pinturas, canciones, caricias, besos ni despedidas con reencuentro.

Quizá el Diablo lance esta nota a la hoguera o Dios la convierta en una sopa de letras.

Qué sé yo.

Sé que aquí sigo, no sé por cuánto tiempo, viendo como nos cargamos el globo de nuestra feria.
Tenemos miedo.

Los conejos corren, pero no galopan.



PD: Me encanta el cine y las palomitas (pero no las de colores).

1 comentario:

Sr Nahuel. dijo...

¿Qué queremos ser?

Yo opino que actualmente se desvirtuó el concepto de "progreso", gracias si son cambios, cuando no son retrocesos.
Que se yo...
Igual ignorar jamás, porque nos haría, en parte, ser responsables. Las personitas disfrazadas de personas, o lo que sea que esté disfrazado de persona, necesitan sus lecciones.

Saludo fraternal,
Nale.







Todos éramos hermanos, al fin y al cabo. Pero no importaba.
No al menos durante esos años de servicio a la muerte.
Fue por ese entonces, que al alzar los brazos al aire las palomas
revoloteaban empapadas de angustia por esos corazones
cargados de metralla.