10.10.11

A dos patas frente al precipicio y con el alma congelada.





¿A dónde irán si les sonríe la vida?

¿Y si el miedo?
¿Y si la duda?
¿Y si el hielo?
¿Y si un último cigarro?
¿Y si el azar?
¿Y si la sangre?
¿Y si el mar?
¿Y si la luna y el sexo?
¿Y si las alas de cartón?

¿Y si nada?


Ellos quieren volar y echar a perder sus promesas procurándose unas vidas de oro.


Pútridos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustan este tipo de preguntas. Preguntas que jamás se responden...

Un beso. :)

Sr Nahuel. dijo...

Para no hechar a perder promesas no hay que prometer.


Parece muy estudiadod el tema de la idiotez de tu parte jajaja
El patrón de "todo el mundo" deja mucho que desear.

Saludos,
Nale.







Todos éramos hermanos, al fin y al cabo. Pero no importaba.
No al menos durante esos años de servicio a la muerte.
Fue por ese entonces, que al alzar los brazos al aire las palomas
revoloteaban empapadas de angustia por esos corazones
cargados de metralla.